viernes, 28 de mayo de 2010

Otra vez...

Llueve, según blancucha.

jueves, 27 de mayo de 2010

jueves, 20 de mayo de 2010

Levedad sedosa

"Que, tal vez, no breve.
Con intersticios donde acometer la lectura.
La búsqueda de sentidos.
El hallazgo de la profundidad.

Sedificar las palabras…
¿Arte poco explorado?,
¿acaso mersa?
¿El extremo final de la erótica?
Anotaciones anodinas.
Ver el revés de la seda.
La experiencia táctil.
Quizá, se trate de leer texturas.

Infinidad de ritos.
Mínimos.
Pequeños movimientos, casi imperceptibles,
¿que llegan a convertirse en desplazamiento?,
¿hacia dónde?,
¿hacia el África cansada?,
¿hacia la cantilena oriental?

No.
Derecho,
bien derecho,
hacia 'el otro lado'…"
NiMú

La lluvia también se puede sentir así...

miss pin up

lunes, 17 de mayo de 2010

domingo, 16 de mayo de 2010

viernes, 14 de mayo de 2010

Miedo

Kioskerman

lunes, 10 de mayo de 2010

viernes, 7 de mayo de 2010

jueves, 6 de mayo de 2010

La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina

"La convenció para que bajase. En el hogar, prosperaba un fuego espléndido porque el doctor, con los nervios destrozados, había arrojado paladas de carbón a las llamas. Antes del amanecer, en presencia de su marido, la mujer había quemado lentamente las cartas de Cordelia. El doctor vio cómo el fuego devoraba las hojas, el rizo de cabello blanco chamuscándose en el fuego azul. Pensó en los quemados a los que había tratado, en los peores casos y, así y todo, tuvo que emplear toda su fortaleza para no poner las manos en las llamas y recuperar las hojas y el cabello."

"Podría seguir borracha; podría vivir así. Él volvió y dispuso los cubiertos en la mesa, encendió una vela verde y gorda, dobló las servilletas de papel. Se veían como pirámides pequeñas y blancas, bajo la vigilancia de la llama."

"Ahora yo manejo la casa. El último que dijo que estaba en edad recibió una quemadura. Mi madre siempre decía que no había nada peor que una quemadura. Y tenía razón."

"En los meses lluviosos como este, secamos nuestra ropa planchándola. La última vez quemé la espalda de un camisón de poliéster, y le dejé una marca triangular marrón. No me gusta pensar que esas cosas podrían ser deliberadas."

"Tal vez deberíamos hacer que tiraran agua bendita, llamar al cura. Tal vez deberíamos prenderle fuego al lugar y mandarnos a mudar de aquí. Volver a casa, hacer que nos vean los psicólogos."

"Esa noche Louisa sale de la cocina. Enciende un pequeño fuego en el salón, se sienta en el gran sillón y comienza a leer La guerra y la paz."

"El olor a hojas quemadas, humo de un fuego y también algo más, como carne quemada, flotaba dentro de la camioneta. Hacía que Hanson se sintiera inquieto, pero tal vez solo era un granjero que quemaba una oveja muerta. El niño lloriqueó, pero la niñera lo rodeó con el brazo y, mientras avanzaban, le leyó un cuento sobre un bombero heroico."

"La hizo poner la mano sobre la llama. Las cosas se salieron de control. Aparentemente, ella le clavó un sacacorchos. Él dijo que el arma salió demasiado rápido para su gusto. Dijo que esa puta lo había engañado por última vez, dijo que nunca volvería a decir otra mentira."

"Saca un disco de su funda y apaga la luz. El cuarto está iluminado por las llamas. Sobre la repisa de la chimenea hay trofeos, parejas hechas en plata congeladas a mitad de giro. Tiemban a la luz del fuego. Comienza la música."

"Ella entra. Abre las ventanas. Sale cargando su abrigo bueno, el cuaderno de la pensión, la foto de casamiento de su hija. Enciende una cinta con el aceite. No toma mucho tiempo para que las cortinas del salón se prendan fuego. El empapelado arde, las palmeras se encienden y la barda está en llamas, cuando la vieja toma al chico del brazo. Empiezan a caminar, doblan la curva. Hay un único lugar donde ir. El muchacho se confronta con la idea. Restos de la casa, briznas de paja encendida, pedazos del pasado viajan por el aire."

C. Keegan

domingo, 2 de mayo de 2010